Nu pot să-ti dau soluţii pentru toate problemele vieţii,
nu am răspunsuri pentru îndoieli si temeri,
dar pot să te ascult şi să particip la zbuciumul tău.
Nu pot să schimb trecutul şi nici viitorul tău.
Dar când vei avea nevoie de mine voi fi alături de tine.
Nu pot să te opresc să nu te împiedici.
Dar pot să îţi ofer mâna, să te ajut să nu cazi.
Bucuriile ..., victoriile si succesele tale, nu sunt ale mele.
Dar, sunt foarte bucuros când te văd fericit.
Nu judec deciziile pe care le iei în viaţă.
Mă limitez să te susţin, stimulându-te şi ajutându-te, dacă îmi vei cere.
Nu pot să-ţi fixez limitele activităţii tale,
dar îţi ofer şansa necesară pentru a spera mai mult.
Nu pot evita să suferi când o durere iţi rupe sufletul.
Dar pot plânge cu tine şi pot aduna bucăţile sufletului tau…si tu vei fi din nou bucuros de viaţă.
Nu pot să-ţi spun cine eşti şi nici cine ar trebui să fii.
Pot numai să te iubesc aşa cum eşti şi să fiu prietenul tău.
In aceste zile m-am gândit la prietenii şi prietenele mele.
Nu erai nici primul, nici ultimul şi nici la mijloc.
Nu începeai şi nici nu încheiai lista.
Dormi fericit… Răspândeşte vibraţii de iubire… Ştii că suntem aici în trecere. Înfrumuseţează-ţi relaţiile!
Profită de oportunităţi.
Ascultă-ţi inima.
Fii încrezător în viaţă.
Pretind aşa de puţin… să fiu primul, al doilea sau al treilea din lista ta..
Îmi ajunge că vrei să-ţi fiu prieten.
Îţi mulţumesc că exişti.
Jorge Luis Borges
Poema a un amigo
No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti...
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas preciosas.
Soy una persona feliz: tengo mas amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o sea en la serenidad.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tú.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número uno ni el número final.
Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que
transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Hice lo que todo amigo:
Oré... y le agradecí a Dios por ti.
ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti...
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas preciosas.
Soy una persona feliz: tengo mas amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o sea en la serenidad.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tú.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número uno ni el número final.
Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que
transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Hice lo que todo amigo:
Oré... y le agradecí a Dios por ti.
