Me viste tantas veces llorar y enjuagaste mis lagrimas con ganas de ocultarlas, y fuiste cómplice de mis penas, me acogiste y abrigaste cada vez que acudí a tus brazos, no sabes como te he necesitado, en todo este tiempo.
Cuanto llegue a amarte en tan pocos meses que viví a tu lado, cuanto te extraño, pero en mi esta ese deseo profundo de volver a ti, y así será aunque tengan que pasar casi una década mas, aunque mis propias fuerza no me lo permitan y tenga que valerme de alguien para ello, te aseguro que antes de partir para siempre volverás a bañar mi cuerpo, como cuando los años aun no habían marcado mi piel y me reconocerás porque somos un mismo espíritu y la misma fuerza de la inmensidad.
Eres y serás el mejor de los recuerdos de los años más tristes de mi vida.